A DEL ARTE - C/ Fita, 19
El autor: autodidacta expresa que en un principio pintó de todo: monjas, vedettes, putas, oficinistas, obispos, butaneros y familias. Su pintura estuvo ligada a la figuración, en 1986 hace su primera exposición, en Madrid. Enseguida se inclinó hacia el paisaje y ya no lo dejó, paisajes de una estepa poco mirada y admirada, paisajes desolados por la niebla o quemados por el sol, cuenta que mirando y mirando vio la realidad y pintó las saladas, los plásticos de Almería y el desierto de África. Regresó a la ciudad y los panoramas se volvieron urbanos reflejando en el zinc los tejados de las casas o los cielos brillantes con todos sus matices de luz.
Mi opinión: llama poderosamente la atención que el soporte sobre el que pinta sea metálico, al principio en zinc, material que aún utiliza en algunos de sus cuadros y aluminio en la actualidad. Desconozco a qué se debe el cambio. Cualquiera de los dos materiales confiere personalidad única a las obras: captan, reflejan o derivan la luz de forma muy especial tras el trabajo del artista. Recuerdan sus cuadros a las planchas de grabado, la técnica que utiliza es similar y los instrumentos parecidos: buril, ácidos, etc. Son buenos los dibujos, es muy buena la perspectiva pero lo que hace inigualables a estas obras es la luz. Vayan y vean la exposición pero no se conformen con una única mirada, hay que observar cada cuadro desde un ángulo distinto y así, en lugar de contemplar 29 planchas podrán observar un número mucho mayor de ellas. No se la pierdan, acaba el 20 de abril. Calificación: 8,5.